"Les mauvaises gens" es una novela gráfica que se desarrolla en Las Mauges, una región de tradición rural, católica y obrera.
El autor relata la vida de sus padres militantes activos en los años 60 y 70. La infancia sumida en la pobreza después de la Segunda Guerra Mundial, su incursión en el mundo del trabajo a los 14 años, las condiciones laborales, su contacto con los primeros curas obreros y su implicación en la JOC (Juventud Obrera Cristiana), las manifestaciones, las huelgas, los logros y las decepciones...
No sé si se ha convertido en una cierta moda, dentro de las novelas gráficas, que consiste en exprimir las vivencias personales al máximo, sean las propias o las de la familia (Ver Hoy es el último día del resto de tu vida o La parenthèse). Pero lo cierto es que esta tendencia me gusta, porque envuelve los relatos con un cariño especial, una intimidad que sobrecoge: cómo se quiere a los padres, a pesar de las diferencias, cómo el acercamiento ante su historia vital los vuelve más vulnerables, ayuda a comprenderlos y también a admirarlos.
Los padres de Étienne Davodeau tienen una buena historia. Pero es indudable que el mérito de la obra es saber contarla: medir los tiempos, volver del pasado al presente, insertar las discusiones familiares a propósito de los enfoques... Y si además el guión está bien acompañado por las imágenes, qué más se puede pedir. El blanco y negro que utiliza el autor, sobre todo en los escenarios, me ha encantado.
Una obra para acercarnos a la historia reciente de Francia. Que ayuda a comprender el movimiento obrero, el peso de la religión católica pero, sobre todo, los cambios profundos que en una veintena de años transformaron a la sociedad francesa.
À ne pas rater!
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