Es curiosa que mi primera entrada musical tenga que ver con la música "clásica", de la que no tengo ni puñetera idea.
El sábado acudí -ritual que espero se repita de año en año- a un concierto de cuerda y viento. Estas cosas que tiene el destino... Una orquesta que suele incluir en su repertorio a Piazzola, al que conocí a través de Gottan Projet y que desde entonces me acompaña.
Así que allá voy, ¡perseguida por un tango! (Esto podría ser bastante inquietante, pues los acordeones son propensos a dar sustos en las esquinas, pero me lo tomo con mucha serenidad, y para mí representan más bien azotes de cierzo, hojas secas volando en el aire y temblor de tierra).
No hay comentarios:
Publicar un comentario