"Una princesa en Berlín" (1982) es una de esas obras que gusta a todo aquel que quiera aprender de la Historia de nuestro reciente pasado siglo XX.
El protagonista (un americano de alta cuna que ambiciona ser pintor) consigue insertarse en los distintos estratos sociales de la época de entreguerras alemana, aunque predomina la clase alta, banquera y judía. No se trata de este modo de una novela social pero consigue retratar muy bien el ambiente político ya que conoce a algunos de los protagonistas, un lujazo para los amantes de la Historia.
La intriga de la obra está muy bien construida y llena de sorpresas. Son casi 500 páginas, decenas de pequeños y grandes acontecimientos que pasan volando. Uno de los elementos que más me ha gustado es la incorporación del componente económico para explicar las tensiones sociales que propiciaron el auge del nazismo. Inevitablemente todo ello lo he enlazado con la crisis económica que actualmente estamos viviendo: el poder de los mercados, la deuda, las devaluaciones, los intereses estatales, la especulación, la bolsa... y las repercusiones en el pueblo.
Uno de los personajes que aparece en varios episodios de pasada es Bertolt Brecht, del que últimamente resuenan en mi cabeza sus versos quizás más famosos, que he citado en varias conversaciones:
Primero vinieron por los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judía.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí, pero para entonces ya no quedaba nadie que dijera nada.
Y es que, como siempre, seguimos sin aprender del pasado.
Una novela que me recomendaron y que gratamente recomiendo: para aprender Historia, para reflexionar o para pasar el rato.
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