"El arte de volar" (2009) es uno de esas historias gráficas que se convierten en esenciales. Lo que cuenta no deja de ser la historia ordinaria tantas veces recreada en el ámbito de la cultura española a través del cine, de la danza, la literatura o la música. Es el devenir de un hombre de origen humilde en el convulso y particular momento del S.XX español.
Por ello, encontramos las referencias que siempre aparecen aquí o allá y que tienen que ver con la II República, con la pobreza y la injusticia, con los bandos de la guerra civil, el exilio o la resistencia francesa, la hipocresía de las relaciones íntimas, el franquismo y el despegar económico de una España que todavía tarda en deshacerse de los fastasmas oscuros que marcaron para siempre las vidas de nuestros antepasados.
¿Qué es, entonces, lo que tiene de especial? Pues sin duda el ritmo que la viñeta impone y que nunca hasta entonces se había explorado de esta manera. Se trata de una biografía contada por el hijo del protagonista lo que la hace todavía más sensible. Siguiendo la misma táctica que en Maus de Art Spiegelman el autor habla con la voz de un padre que sabemos recienmente fallecido, admirando enormemente sus fortalezas, su capacidad de superación, su resistencia ante una serie de situaciones frente a las que tuvo que adaptarse pero también, sus puntos débiles y sus traiciones. Todo aquello que hacen de un padre una persona más vulnerable, más humana y por ende también, como se desprende en éstas páginas, tan querida.
Se convierte en un homenaje a una persona ya desaparecida y del mismo modo a toda una generación. ¿Cómo entender el mundo con 90 años en un geriátrico, cuando una vida ha estado tan repleta de vida? Supongo que Antonio Altarriba trata de dar respuesta de esta manera al suicidio de su padre, que es como comienza el relato.
Las historia se relata en cuatro capítulos diferenciados cronológicamente: 3ª Planta 1910-1930 El coche de madera; 2ª Planta 1931-1949 Las Alpargatas de Durruti; 1ª Planta 1949-1985 Galletas Amargas y Suelo 1985-2011 La madriguera del topo.
Cada uno me ha gustado por separado. La 3ª Planta porque es quizás el capítulo que más veces he oído relatado: la crudeza del campo, los deseos de volar libre fuera de ese ambiente opresivo, donde sólo queda espacio para los más rudos. La 2ª Planta, que es la más extensa, por el convulso momento que retrata. La guerra civil, lo aleatorio de los bandos y de seguir con vida, la época juvenil donde los ideales y los compañeros eran todavía sinónimo de esperanza en el mundo. La 1ª Planta, la época del franquismo, por retratar tan bien las relaciones matrimoniales marchitadas que muchas veces se daban y esa especie de halo triste que enrarecía el ambiente sin dejar a las personas simplemente ser. Y el suelo, porque es un relato de esos duros que hablan sobre la vejez, como Arrugas de Paco Roca, ojalá pudiésemos llegar a la vejez de otra manera. Desde la alegría juvenil hasta el ocaso más amargo, si algo tengo que objetar a esta obra es que todavía me resigno a adoptar ese camino como ineludible.
Las metáforas, fruto del excelente y clásico guión, me han gustado. Como ésa en la que se practica la mordida de la tierra y poco a poco los labradores van levantando muros para que no les arrebatasen centímetros de sus paupérrimas propiedades que había que segar con hoz hambrienta, tal y como relata en primera persona el narrador:
- Peñaflor entró en la lista pronto innumerable delos pueblos que ponen barreras al campo. Y, como algunos no dudaban en desplazar los muros más endebles para ampliar sus terrenos, otros los reforzaban hasta convertirlos en pequeños castillos. A mí y a los demás chavales de mi edad nos dejaron sin vistas. Y los muros aumentaban de altura con mayor rapidez que nosotros de estatura. Así que crecí con el horizonte cegado por una frontera de ambición... o, quizá, más bien de miseria. En cualquier caso crecí. Crecí lo suficiente para encaramarme a las barreras... para burlar algunas... para saltar otras... pero nunca crecí lo suficiente para poder superarlas definitivamente.
Volar... Al final se trata de eso. Volar y huir de un destino mísero, tosco y casi prehistórico. Y un coche, un hispano suiza que se convierte en un sueño del destino y que además contribuye a ello.
Me alegra además que esta obra esté ambientada en sus inicios en Aragón. Primero en Peñaflor - que ahora es un barrio rural de la capital y Zaragoza también.
Kim, que a mí me hasta el momento me era conocido por Martínez el Facha del Jueves, realiza un estupendo acompañamiento del guión.
"El arte de volar" ha recibido, entre otros galardones, el premio nacional de cómic de 2009 - y ese mismo año, pero con anterioridad, el de la librería Cálamo de mi ciudad que cumple 30 años. Es una gran alegría contar con él en mi librería y solamente espero que por aquí prosigamos en el desarrollo de éste género que ofrece tantísimas posibilidades tanto narrativas como gráficas.
Que así sea.
La ventana de Clod
Un blog que quería ser una ventana abierta a todas las cosas que me gustan. Al final se está convirtiendo en una mezcla extraña de libros, cómics y gatos. Mi único objetivo: un lugar para compartir y recordar aquellas historias que pasan por mis manos.
lunes, 20 de mayo de 2013
miércoles, 15 de mayo de 2013
Book swap en Liverpool
La semana pasada anduve por Liverpool, me pareció una ciudad fascinante, para repetir. Prueba de ello, estos fantásticos árboles-estantería que sirven para hacer "cross-booking". Solamente tienes que dejar un libro para tomar prestado otro:
viernes, 10 de mayo de 2013
Grace Roberston, una mirada divertida
Siguiendo el hilo de "Retrato en sepia" de Isabel Allende, cuya protagonista Aurelia del Valle es fotógrafa, no puedo resistirme a publicar una entrada sobre otra mujer fotógrafa que he descubierto hace poco tiempo, aunque ésta vez retrate a mujeres en la Inglaterra de la postguerra.
Grace Roberston nación en Manchester en 1930. Fotoperiodista en un mundo de hombres, en sus comienzos profesionales con apenas 18 años tuvo que ejercer bajo un pseudónimo masculino, Dick Muir.
Las fotos que más me gustan y me divierten fueron tomadas en Battersea en 1954: alegres orondas mujeres que acaban de salir de un pub y llevan más de una pinta de cerveza. Bailan la conga, suben en la montaña rusa y sobre todo, ríen y bailan. ¡Me encantan!
En 1999, Roberston fue galardonada con la Orden del Imperio Británico. Y aunque en esta foto tenga 69 años sigue teniendo una mirada muy divertida.
Grace Roberston nación en Manchester en 1930. Fotoperiodista en un mundo de hombres, en sus comienzos profesionales con apenas 18 años tuvo que ejercer bajo un pseudónimo masculino, Dick Muir.
Las fotos que más me gustan y me divierten fueron tomadas en Battersea en 1954: alegres orondas mujeres que acaban de salir de un pub y llevan más de una pinta de cerveza. Bailan la conga, suben en la montaña rusa y sobre todo, ríen y bailan. ¡Me encantan!
Good friends and neighbors |
Young at heart |
The last pub and energy to spare |
Conga line |
On the caterpillar |
En 1999, Roberston fue galardonada con la Orden del Imperio Británico. Y aunque en esta foto tenga 69 años sigue teniendo una mirada muy divertida.
jueves, 9 de mayo de 2013
"Retrato en sepia" de Isabel Allende
Isabel Allende es una apuesta segura, sabemos de antemano qué es lo que vamos a encontrarnos en sus libros: historias de mujeres fuertes, que son capaces de esculpir su propio destino, dinastías familiares y cruces llenos de sorpresas.
Éste ha sido el caso, también, al leer "Retrato en sepia", de la que me quedo sobre todo con las abuelas - la tía Paulina, Eliza Sommers-, la descripción de una cama, que sorprendentemente se convierte en el objeto alrededor del cual se desarrolla toda la trama y la bulliciosa ciudad de San Francisco a finales del S.XIX.
Hace mucho tiempo que leí "La Casa de los Espíritus" que junto ésta novela e "Hija de la Fortuna" componen una trilogía, aunque los libros se pueden leer indistintamente por separado.
Isabel Allende es criticada por ser demasiado comercial y dicen que intenta ser una copia pobre de García Márquez. Para mí, es una autora que sobre todo es capaz de dar voz a mujeres, ponerlas en el escenario del pasado y retratar como nadie el mundo mágico del S.XIX y princios del S:XX que me encanta. Compararla con otros autores es, simplemente, juzgarla siendo demasiado estricto. Y quizás esto tenga también que ver con ser mujer.
Éste ha sido el caso, también, al leer "Retrato en sepia", de la que me quedo sobre todo con las abuelas - la tía Paulina, Eliza Sommers-, la descripción de una cama, que sorprendentemente se convierte en el objeto alrededor del cual se desarrolla toda la trama y la bulliciosa ciudad de San Francisco a finales del S.XIX.
Hace mucho tiempo que leí "La Casa de los Espíritus" que junto ésta novela e "Hija de la Fortuna" componen una trilogía, aunque los libros se pueden leer indistintamente por separado.
Isabel Allende es criticada por ser demasiado comercial y dicen que intenta ser una copia pobre de García Márquez. Para mí, es una autora que sobre todo es capaz de dar voz a mujeres, ponerlas en el escenario del pasado y retratar como nadie el mundo mágico del S.XIX y princios del S:XX que me encanta. Compararla con otros autores es, simplemente, juzgarla siendo demasiado estricto. Y quizás esto tenga también que ver con ser mujer.
sábado, 4 de mayo de 2013
"Habibi" de Craig Thompson
"Habibi" es una novela gráfica de casi 700 páginas que invita a evadirnos en un desierto imaginado, nos emociona con una historia de amor atípica y nos hace reflexionar sobre la crudeza del destino de algunas personas.
Zam y Dodola son dos personajes que crecen juntos, que lloran juntos hombro con hombro incluso cuando están separados. Como si el espíritu del uno volase junto al otro.
A pesar de la dureza de sus vidas, su historia es una demostración de lo generosas y tiernas que pueden ser las personas hasta en las condiciones más adversas.
El mundo que imagina Craig Thompson, ambientado en el islam, viene a ser el reflejo de lo que es el actual mundo globalizado. Un lugar donde existen tremendas desigualdades, donde metafóricamente todavía encontramos esclavos y harenes y el agua se convierte en un recurso del que depende la vida y la muerte. Este efecto se consigue realzar porque el autor juega con el tiempo del relato: al principio pensamos que la obra discurre en el pasado pero poco a poco vamos descubriendo elementos contemporáneos. Esta mezcla que nos desubica nos hace pensar en el mundo de hoy en día, aldeas que todavía viven si agua corriente, grandes urbes donde hay gente viviendo en edificios vacíos, palacios alrededor de los cuales se levantan montañas de basura. El medio ambiente, las desigualdades sociales, la utilización del cuerpo de la mujer, los derechos de la infancia... Son muchos los ángulos desde los que se puede estudiar "Habibi".
La obra es también un homenaje a la tradición oral. A lo largo del mismo se van entremezclando historias del Corán, paralelismos que sirven para entender mejor la historia de los protagonistas. Desde mi punto de vista, es en éstos pasajes donde el pincel del autor desarrolla un universo propio lleno de connotaciones. El movimiento de los trazos en blanco y negro nos hace sentir el soplido del viento del desierto en el cuello, como si fuesen dibujos en la arena. El barroquismo de algunas páginas repletas de símbolos arábigos contrasta con el vacío perfectamente estudiado, momentos de silencio para un guión inusual, sorprendente, mágico.
Las críticas a esta novela que se publicó en 2011 fueron en general positivas y las que así no lo fueron se basan sobre todo en el tratamiento que el autor hace del mundo islámico, tachándolo de querer vender a los americanos una imagen distorsionada de oriente. Mi percepción es que quien llegue a este libro y lo entienda sabrá que no se está criticando el islam, ni se está generalizando en el trato que se da a las mujeres, ni las injusticias sociales que se le achacan. Creo que es un relato universal, metafórico, que trata de presentar un mundo complejo tal y como lo conocemos. Y que a pesar de su dureza es positivo porque al final el amor profundo, casi espiritual, puede con todo.
Aplausos.
Zam y Dodola son dos personajes que crecen juntos, que lloran juntos hombro con hombro incluso cuando están separados. Como si el espíritu del uno volase junto al otro.
A pesar de la dureza de sus vidas, su historia es una demostración de lo generosas y tiernas que pueden ser las personas hasta en las condiciones más adversas.
El mundo que imagina Craig Thompson, ambientado en el islam, viene a ser el reflejo de lo que es el actual mundo globalizado. Un lugar donde existen tremendas desigualdades, donde metafóricamente todavía encontramos esclavos y harenes y el agua se convierte en un recurso del que depende la vida y la muerte. Este efecto se consigue realzar porque el autor juega con el tiempo del relato: al principio pensamos que la obra discurre en el pasado pero poco a poco vamos descubriendo elementos contemporáneos. Esta mezcla que nos desubica nos hace pensar en el mundo de hoy en día, aldeas que todavía viven si agua corriente, grandes urbes donde hay gente viviendo en edificios vacíos, palacios alrededor de los cuales se levantan montañas de basura. El medio ambiente, las desigualdades sociales, la utilización del cuerpo de la mujer, los derechos de la infancia... Son muchos los ángulos desde los que se puede estudiar "Habibi".
La obra es también un homenaje a la tradición oral. A lo largo del mismo se van entremezclando historias del Corán, paralelismos que sirven para entender mejor la historia de los protagonistas. Desde mi punto de vista, es en éstos pasajes donde el pincel del autor desarrolla un universo propio lleno de connotaciones. El movimiento de los trazos en blanco y negro nos hace sentir el soplido del viento del desierto en el cuello, como si fuesen dibujos en la arena. El barroquismo de algunas páginas repletas de símbolos arábigos contrasta con el vacío perfectamente estudiado, momentos de silencio para un guión inusual, sorprendente, mágico.
Las críticas a esta novela que se publicó en 2011 fueron en general positivas y las que así no lo fueron se basan sobre todo en el tratamiento que el autor hace del mundo islámico, tachándolo de querer vender a los americanos una imagen distorsionada de oriente. Mi percepción es que quien llegue a este libro y lo entienda sabrá que no se está criticando el islam, ni se está generalizando en el trato que se da a las mujeres, ni las injusticias sociales que se le achacan. Creo que es un relato universal, metafórico, que trata de presentar un mundo complejo tal y como lo conocemos. Y que a pesar de su dureza es positivo porque al final el amor profundo, casi espiritual, puede con todo.
Aplausos.
martes, 23 de abril de 2013
"La gente honrada" de Durieux y Gibrat
"La gente honrada" (2008) con guión de Gibrat y dibujo de Durieux me ha despertado de este largo letargo sin publicar aquí mis intentos de reseña. Eso, y el espíritu librero del 23 de abril. La edición que he leído está compuesta por dos volúmenes (Norma Editorial, colección Nómadas) y si el primero me dejó un poco indiferente he hizo postergar mi lectura, el segundo me ha encantado, sobre todo por el humor, la aparición de nuevos personajes y el cambio radical del protagonista, Philippe.
Seguramente esta diferencia que estoy realizando no tenga mucha lógica, pero ya se sabe que no es sólo lo que leemos, sino el momento en el que lo leemos también.
Philippe, un hombre de 53 años, se queda en el paro. Se deprime, bebe vino e intenta rehacer de nuevo su vida. ¿Lo conseguirá? Solamente hace falta acercarse a éstas páginas para descubrir una historia llena de gente normal, creatividad y esperanza. Si algo me ha ayudado es para constatar que para conseguir volver a empezar y ser feliz hace falta tener también una dosis de locura.
(Volvemos al bucle: novela gráfica que habla de literatura, y como en Les Ignorants también del mundo del vino y la literatura)
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