Isabel Allende es una apuesta segura, sabemos de antemano qué es lo que vamos a encontrarnos en sus libros: historias de mujeres fuertes, que son capaces de esculpir su propio destino, dinastías familiares y cruces llenos de sorpresas.
Éste ha sido el caso, también, al leer "Retrato en sepia", de la que me quedo sobre todo con las abuelas - la tía Paulina, Eliza Sommers-, la descripción de una cama, que sorprendentemente se convierte en el objeto alrededor del cual se desarrolla toda la trama y la bulliciosa ciudad de San Francisco a finales del S.XIX.
Hace mucho tiempo que leí "La Casa de los Espíritus" que junto ésta novela e "Hija de la Fortuna" componen una trilogía, aunque los libros se pueden leer indistintamente por separado.
Isabel Allende es criticada por ser demasiado comercial y dicen que intenta ser una copia pobre de García Márquez. Para mí, es una autora que sobre todo es capaz de dar voz a mujeres, ponerlas en el escenario del pasado y retratar como nadie el mundo mágico del S.XIX y princios del S:XX que me encanta. Compararla con otros autores es, simplemente, juzgarla siendo demasiado estricto. Y quizás esto tenga también que ver con ser mujer.
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