Preciosa encuadernación para un relato que llevaba tiempo esperando y que, sorprendentemente, no habla solamente sobre el mundo del vino, sino también del de las novelas gráficas. Davodeau pasa un año y medio junto a un viticultor (Richard Leroy) y deciden realizar un intercambio acerca sus oficios, encontrando divertidos paralelismos entre ambos mundos.
Así, en el relato no solo encontramos viñedos y degustaciones de vino, sino también visitas a editoriales y festivales de bande dessiné, exposiciones, repaso de buenos libros y encuentros con autores, siempre aderezados por una buena botella de vino.
Se nota que hay química entre los dos personajes principales y el cariño con el que el autor plasma a su compañero. Davodeau es un autor entrañable, que consigue transmitir mucho más allá del papel las relaciones humanas y que domina el tiempo de las viñetas. Somos capaces de oler el cielo lleno de energía previo a la tormenta, repasar el cansancio de un trayecto en coche o sentir los murmullos de una velada en una bodega acompañando a amigos recién conocidos.
Un detalle que me ha encantado es el encuentro con los médicos de la obra "Le photographe" de Lefèvre y Guibert, que en la actualidad son viticultores.
Escrito de manera lineal y sin flirteos experimentales, "Los Ignorantes" es una obra realista, autobiográfica y, sobre todo, optimista. Una buena recomendación bien para los amantes del vino, bien para los de bande dessinée (y como pertenezco a las dos categorías, sólo puedo decir que me ha encantado).
Seguiré siempre los pasos a Davodeau, que ya me enganchó con "Les mauvaises gens" y que acaba de confirmar que se trata de un gran escritor.